El ‘master of wine’, al frente de Bodegas Bideona, asegura que llega a Rioja para ayudar a crear una «nueva generación de vinos basada en el origen»
Bodegas Bideona –el buen camino–, en Villabuena de Álava, ha sido uno de los últimos desembarcos de renombre en el territorio Rioja. El ‘master of wine’ Andreas Kubach está detrás de este nuevo proyecto agrupado bajo el sello Península Viticultores que desde la cosecha 2018 lleva elaborando vinos en la localidad de Rioja Alavesa: «No hemos venido a hacer crianzas y reservas, sino a contribuir a crear una nueva generación de vinos de Rioja basada en el origen, en los viñedos, más que en los estilos de elaboración». Kubach, acompañado del ‘patrón’ enológico de Bideona, Tao Platón, recibe al cronista en la bodega (antigua Arabarte), delante de una amplia cristalera que muestra un precioso paisaje policromático y multivarietal de pequeñas parcelas de viñedos de final de otoño a los pies de la Sierra de Cantabria: «Los antiguos propietarios elaboraban vinos de cosechero, crianzas y reservas, pero contaban con un patrimonio extraordinario de viñedos, con el que nos topamos nada más llegar y que desconocíamos», recuerda Kubach.
El empresario vasco Gorka Izaguirre adquirió en 2018 Arabarte y se asoció con Península para fundar Bideona. La bodega trabaja con 300 pequeñas parcelas de viñedo en Villabuena, Samaniego, Laguardia, Baños de Ebro, Navaridas, Lanciego y Elciego, el corazón de Rioja Alavesa, que han dejado boquiabiertos a los nuevos gestores: «Fue alucinante llegar a aquí y descubrir que teníamos entre manos tantas parcelas, como mínimo 60 de las 300 con que trabajamos, para hacer vinos de talla mundial», explica Kubach.
La primera labor que afrontaron Tao Platón y el propio Kubach fue patearse los viñedos: «Rioja es conocida en el mundo por su estilo de elaboración; personalmente llevo veinte años siguiendo su trayectoria y buscando una oportunidad para entrar aquí, pero lo que hemos descubierto es que no hay una Rioja, sino cientos de ellas, una diversidad que hay que enseñar al mercado: la diferencia en esta zona alavesa está en los suelos, en la altitud y el clima, pero también en los clones, ya que queda mucho viñedo viejo anterior al productivismo».
La idea de Bideona es hacer vinos de pueblo –«volver a hacer más bien», matiza Tao Platón, en contacto con viejos viticultores que recuerdan aquellos vinos de identidad local–, que reflejen las diferencias territoriales en apenas metros de distancia, con una pirámide que ya está en su porfolio de vinos: Laderas y Cabezadas (viura) en la base; Las Parcelas, como selección de viñedos en la gama media, y una colección de vinos de pueblo, de momento formada por Villabuena, Laguardia y Leza.
En el futuro llegarán los vinos de parcela: «Llegamos casi en plena vendimia en 2018 y estuvimos trabajando contrarreloj en una carpa provisional que hemos utilizado hasta 2020, mientras que desde la pasada cosecha lo hacemos en una nueva bodega diseñada desde cero para elaborar estos vinos de origen», detalla Platón. «Hemos venido a aprender y a aportar y, para nosotros, ha sido increíble encontrar toda esta diversidad entre municipios que están al lado, pero también entre parcelas incluso colindantes», apostilla Andreas Kubach, quien cifra entre 300.000 y 500.000 botellas anuales el objetivo productivo de Bideona. «A veces parece que en Rioja hacer las cosas diferente molesta –continúa–, pero nosotros pensamos todos lo contrario: vinos de estilo y de origen suman y sólo hay que pisar esta tierra para darse cuenta de su extraordinario potencial».